sábado, 9 de enero de 2016

Secuestro Y Desaparición Del Cadáver De Eva Perón

Como se sabe, la “vida” de Evita no terminó con su muerte. No sólo por la notable persistencia de la memoria sino porque su cuerpo embalsamado fue secuestrado en el primer piso de la CGT por un comando de la llamada “Revolución Libertadora”. La decisión se tomó tras arduos debates sobre qué debía hacerse con el cadáver que incluyeron proposiciones premonitorias, como arrojarla al mar desde un avión de la Marina o incinerar el cadáver. Finalmente se decidió que, ante todo, debía sacársela de la CGT para evitar que el edificio de la calle Azopardo se transformara en un lugar de culto y por lo tanto de reunión de sus fervientes partidarios. Como se le escuchó decir al subsecretario de Trabajo del gobierno golpista: “Mi problema no son los obreros. Mi problema es ‘eso’ que está en el segundo piso de la CGT”.


En la noche del 22 de noviembre de 1955, el teniente coronel Carlos Eugenio Moori Koenig –su apellido significa “rey de la ciénaga”–, jefe del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), y su lugarteniente el mayor Eduardo Antonio Arandía ordenaron a los capitanes Lupano, Alemán y Gotten que abandonaran sus puestos de guardia en la CGT sobre la puerta que separaba al cadáver de Eva Perón del mundo exterior. El coronel, el mayor y la patota que los acompañaba traían la orden emanada de las más altas autoridades de la llamada “Revolución Libertadora” de secuestrar el cadáver de la mujer más amada y más odiada –aunque no en las mismas proporciones– de la Argentina. Y así, por aquellas cosas de la “obediencia debida” y del propio odio de clase, cumplieron acabadamente con su misión ante la mirada atónita del doctor Pedro Ara, que veía cómo se llevaban junto con Evita a su obra más perfecta.
Las órdenes dadas por los jefes golpistas, curiosamente denominados “libertadores”, al teniente coronel y su grupo eran muy precisas: había que darle al cuerpo “cristiana sepultura”, lo cual no podía significar otra cosa que un entierro clandestino. Pero el “rey de la ciénaga” no era sólo el jefe de aquel servicio de inteligencia, era un fanático antiperonista que sentía un particular odio por Evita. Ese odio se fue convirtiendo en una necrófila obsesión que lo llevó a desobedecer al propio presidente Aramburu y a someter el cuerpo a insólitos paseos por la ciudad de Buenos Aires en una furgoneta de florería. Intentó depositarlo en una unidad de la Marina y finalmente lo dejó en el altillo de la casa de su compañero y confidente, el mayor Arandía. A pesar del hermetismo de la operación, la resistencia peronista parecía seguir la pista del cadáver y por donde pasaba, a las pocas horas aparecían velas y flores. La paranoia no dejaba dormir al mayor Arandía. Una noche, escuchó ruidos en su casa de la avenida General Paz al 500 y, creyendo que se trataba de un comando peronista que venía a rescatar a su abanderada, tomó su 9 milímetros y vació el cargador sobre un bulto que se movía en la oscuridad: era su mujer embarazada, quien cayó muerta en el acto.

Moori Koenig intentó llevar el cuerpo a su casa; pero su esposa, María, se opuso terminantemente. Así lo recordaba hace unos años junto a su hija, Susana Moori Koenig: “Susana: papá lo iba a traer a nuestra casa, pero mamá se puso celosa. María (interrumpe): Y cuando lo quiso traer, yo dije no, en casa el cadáver no. Todo tiene un límite”.


El hombre tenía una pasión enfermiza por el cadáver. Los testimonios coinciden en afirmar que colocaba el cuerpo –guardado dentro de una caja de madera que originalmente contenía material para radiotransmisiones– en posición vertical en su despacho del SIE; que manoseaba y vejaba el cadáver y que exhibía el cuerpo de Evita a sus amigos como un trofeo. Una de sus desprevenidas visitantes, la futura cineasta María Luisa Bemberg, no pudo creer lo que vio; azorada por el desparpajo de Moori Koenig, corrió espantada a comentarle el hecho al amigo de la familia y jefe de la Casa Militar, el capitán de navío Francisco Manrique.

Enterado Aramburu del asunto, dispuso el relevo de Moori Koenig, su traslado a Comodoro Rivadavia y su reemplazo por el coronel Héctor Cabanillas, quien propuso sacar el cuerpo del país y organizar un “Operativo Traslado”. Allí entró en la historia el futuro presidente de facto y entonces jefe del Regimiento de Granaderos a caballo, teniente coronel Alejandro Lanusse, quien pidió ayuda a su amigo, el capellán Francisco “Paco” Rotger. El plan consistía en trasladar el cuerpo a Italia y enterrarlo en un cementerio de Milán con nombre falso. La clave era la participación de la Compañía de San Pablo, comunidad religiosa de Rotger, que se encargaría de custodiar la tumba. El desafío para Rotger era comprometer la ayuda del superior general de los paulinos, el padre Giovanni Penco, y del propio Papa Pío XII.
Rotger viajó a Italia y finalmente logró su cometido. A su regreso, Cabanillas puso en práctica el Operativo Traslado. Embarcaron el féretro en el buque Conte Biancamano con destino a Génova; acompañaban la misión el oficial Hamilton Díaz y el suboficial Manuel Sorolla. En Génova los esperaba el propio Penco. El cuerpo de Evita fue sacado del país bajo el nombre de “María Maggi de Magistris”.
Evita fue inhumada en el Cementerio Mayor de Milán en presencia de Hamilton Díaz y Sorolla, quien hizo las veces de Carlo Maggi, hermano de la fallecida. Una laica consagrada de la orden de San Pablo, llamada Giuseppina Airoldi, conocida como la “Tía Pina”, fue la encargada de llevarle flores durante los 14 años que el cuerpo permaneció sepultado en Milán. Pina nunca supo que le estaba llevando flores a Eva Perón.
La operación eclesiástico-militar fue un éxito y uno de los secretos de la historia argentina mejor guardados.


El asunto volvió a los primeros planos cuando en 1970 Montoneros secuestró a Pedro Aramburu y exigió el cuerpo de Evita. En los interrogatorios se le preguntó insistentemente por el destino del cadáver de Evita. Según declaraciones de Mario Firmenich: “Nosotros le preguntábamos a Aramburu por el cadáver de Evita. Dijo que estaba en Italia y que la documentación estaba guardada en una caja de seguridad del Banco Nación, y después de dar muchas vueltas y no querer decir las cosas, finalmente dijo que el cadáver de Evita tenía cristiana sepultura y que estaba toda la documentación del caso en manos del coronel Cabanillas, y además se comprometió a que si nosotros lo dejábamos en libertad él haría aparecer el cadáver de Evita. Pero nosotros decíamos que esto no era una negociación, que era un juicio. Para nosotros no estaba en discusión la pena [de muerte]. Pero además nos interesaba averiguar sobre el cadáver de Eva Perón. Por eso, no planificamos un simple atentado callejero, sino una acción de más envergadura, de más audacia, que era como decir: ‘nos vamos a jugar, vamos a hacer lo que el pueblo ha sentenciado’”.
El Comunicado Número 3 de Montoneros, fechado el 31 de mayo de 1970, dice que Aramburu se declaró responsable “de la profanación del lugar donde descansaban los restos de la compañera Evita y la posterior desaparición de los mismos para quitarle al pueblo hasta el último resto material de quien fuera su abanderada”.
En 1971, durante la presidencia de Lanusse y en plena formación del Gran Acuerdo Nacional, como gesto de reconocimiento, devolvió el cuerpo a Perón. Rotger viajó a Milán y obtuvo el cadáver. Cabanillas y Sorolla viajaron a Italia para cumplir con el “Operativo Devolución”. El cuerpo fue exhumado el 1° de septiembre de 1971, llevado a España y entregado a Perón en Puerta de Hierro, dos días después, por el embajador Rojas Silveyra.


Por pedido de Perón, Pedro Ara revisó el cadáver y lo encontró intacto; pero para las hermanas de Eva y el doctor Tellechea, que lo restauró en 1974, estaba muy deteriorado. Perón regresó al país con Isabel y el “brujo” José López Rega, pero sin los restos de Evita. Ya muerto Perón, la organización Montoneros secuestró el 15 de octubre de 1974 el cadáver de Aramburu para exigir la repatriación del de Eva. Isabel accedió al canje y dispuso el traslado, que se concretó el 17 de noviembre (día del militante peronista). El cuerpo de Evita fue depositado junto al de Perón en una cripta diseñada especialmente en la Quinta de Olivos para que el público pudiera visitarla. Tras el golpe de marzo de 1976, los jerarcas de la dictadura tuvieron largos conciliábulos sobre qué hacer al respecto. El almirante Massera, siguiendo su costumbre, propuso arrojar el cuerpo de Evita al mar, sumándolo a los de tantos detenidos-desaparecidos. Finalmente, los dictadores decidieron acceder al pedido de las hermanas de Eva y trasladar los restos a la bóveda de la familia Duarte en la Recoleta. En la nota citada, María Seoane y Silvana Boschi le preguntaron a un alto jefe de la represión ilegal, muy cercano a Videla, testigo de aquellos conciliábulos: “¿Por qué urgía más a la Junta trasladar el cadáver de Evita que el de Perón?”. La respuesta del militar no se hizo esperar: “Tal vez porque a ella es a la única que siempre, aun después de muerta, le tuvimos miedo”

Fuente: El historiador.

viernes, 1 de enero de 2016

Humboldt, El Naturista Que Descubrió América

Biólogo, humanista, geógrafo y astrónomo, el prusiano Alexander von Humboldt realizó un gran viaje de exploración por América que reveló dimensiones desconocidas del continente.



Escala del tiempo. Afán por descubrir el mundo:

1769: Nace Alexander von Humboldt en el castillo de Tegel (Berlín), hijo de un general prusiano y de una rica heredera.

1799: Humboldt y su amigo, el botánico Aimé Bonpland, llegan a Madrid. Allí obtienen salvoconductos para viajar a América.

1800-1804: Bonpland y Humboldt parten hacia América, y recorren el continente descubriendo su geografía, flora y fauna.

1804-1827: Humboldt publica en París Viaje A Las Regiones Equinocciales Del Nuevo Continente, su obra en 33 volúmenes.

1859: Muere Humboldt a los 89 años, en su casa natal de Berlín. Es enterrado en el panteón del palacio de Tegel.

Alexander von Humboldt está considerado por algunos como el último científico universal. Los viajes de exploración y los estudios científicos del naturista alemán fueron tan extensos y de tanto alcance que hoy llevan su nombre multitud de accidentes geográficos, como la corriente fría que recorre las costas de Perú, ríos, bahías, cataratas, parques naturales... incluso un cráter en la luna, además de numerosas especies de plantas y animales.
Friedrich Wilhelm Heinrich Alexander von Humboldt nació en 1769 en el castillo de Tegel, cerca de Berlín, en el seno de una aristocrática familia prusiana. Fue educado por tutores que despertaron en él la pasión por las ciencias naturales y los viajes. Tras la muerte de su padre estudió leyes en la Universidad de Göttingen, como deseaba su madre, pero ello no le impidió acudir a las clases de ciencias naturales de Georg Forster, que había sido dibujante botánico en la segunda expedición del capitán James Cook.
En 1797, tras la muerte de su madre, Humboldt renunció a su prometedora carrera de funcionario en el Departamento de Minas de Prusia y marchó a París, donde hizo amistad con Aimé Bonpland, un botánico con sus mismas inquietudes. Los dos decidieron perseguir juntos su sueño de embarcarse en una expedición. Tras varios intentos frustrados -entre ellos formar parte de la expedición de Napoleón a Egipto- recorrieron a pie la costa del Mediterráneo desde Marsella hasta Barcelona, Valencia y Alicante. Cuando llegaron a Madrid habían elaborado el primer esquema seccional preciso del relieve de la península Ibérica, gracias a las medidas de altitud que fueron tomando durante el camino.



Rumbo al Nuevo Mundo

En Madrid, Humboldt y Bonpland conocieron a Mariano Luis de Urquijo, secretario de Estado del rey, quien los tomó bajo su protección. Gracias a su mediación, en marzo de 1799 fueron presentados a Carlos IV y obtuvieron salvoconductos para explorar las provincias americanas bajo dominio español. Así, cambiaron su soñado viaje a Oriente por la exótica geografía americana: Nueva España (el actual México y Centroamérica), Nueva Granada (las actuales Colombia y Venezuela) Y Perú. Humboldt se pagó el viaje de su propio bolsillo, y el 5 de junio de 1799 los dos hombres embarcaron en La Coruña en la corbeta Pizarro, con varias maletas y 42 caros instrumentos científicos. El barco, rumbo a Venezuela, hizo escala en Tenerife, donde los naturalistas ascendieron hasta la cima del Teide.
Tras un viaje tranquilo, el 16 de julio desembarcaron en Cumaná, en Venezuela, donde quedaron fascinados por la selva tropical. Durante los tres primeros días "corríamos como locos de aquí para allá, sin poder hacer claras observaciones porque al coger algún ejemplar raro lo dejábamos cuando veíamos que a su lado había otro todavía mas curioso", escribió a su hermano Wilhelm, célebre filólogo. Como Goethe, Humboldt adoraba la naturaleza y consideraba que la ciencia tenía que servir a la filosofía: "La naturaleza para mí no sólo son fenómenos objetivos, sino un espejo del espíritu del hombre".
Humboldt y Bonpland remontaron el Orinoco hasta San Fernando de Atabapo, sorteando rápidos y cargando con la canoa a cuestas. Después de largas jornadas, atormentados por el hambre y los mosquitos y atentos a los jaguares que les acechaban, lograron llegar al río Negro, uno de los afluentes del Amazonas. Habían sido los primeros en navegar por el mítico Casiquiare, un canal natural de trescientos kilómetros de largo que une los sistemas fluviales del Orinoco y el Amazonas y que algunos consideraban una leyenda.
De camino a Angostura, Humboldt realizó algunos peligrosos experimentos, como la pesca de varias anguilas eléctricas (Gymnotus electricus) para estudiar la electricidad producida por estos peces. Los indios los capturaban introduciendo caballos al agua: con un arpón, atrapaban a las anguilas cuando ya habían descargado su electricidad en los cuadrúpedos. Imprudentemente, Humboldt puso los pies sobre un gimnoto recién sacado del agua: "Durante todo el día tuve fuertes dolores en las rodillas y en casi todas las articulaciones", escribió en su diario. En un poblado indígena, Humboldt probó el curare, un veneno usado por los indios para cazar ("amargo", escribiría después).



Un duro viaje de un naturista

En una carta enviada a su amigo Wildenow desde La Habana en 1801, Humboldt le explicaba: "Durante cuatro meses hemos dormido en los bosques, rodeados de cocodrilos, de boas, y de tigres (que atacan las canoas), comiendo solamente arroz, hormigas, yuca, plátanos y a veces monos, bebiendo agua del Orinoco". Para evitar los mosquitos, "En Higuerote hay que enterrarse en arena durante la noche; la tierra que cubre el cuerpo tiene un espesor de entre siete y diez centímetros".




Asado de mono

Humboldt estudió los monos de la cuenca del río Orinoco, e incluso se hizo con algunos y se los llevó a Europa. Vio cómo los indígenas comían ejemplares de marimonda y capuchino, tras asarlos colocándolos en posición sedente sobre parrillas, una visión que le resultó repulsiva por la semejanza de estos animales con el ser humano.




A través de un continente

A su regreso a la costa caribeña, Humboldt y Bonpland embarcaron hasta Cuba y regresaron al continente por Cartagena, en la actual Colombia, donde se desviaron a propósito para pasar por Santa Fe de Bogotá y conocer al botánico español José Celestino Mutis. Al llegar, Bonpland tuvo un ataque de fiebre y los dos compañeros tuvieron que descansar seis semanas en casa de Mutis, tiempo que Humboldt aprovechó para, según sus propias palabras, "utilizar el excelente tesoro de libros de Mutis y calcular observaciones astronómicas, trazar líneas meridianas, determinar la desviación magnética, estudiar ictiología y abarcar una cantidad de cosas en las cuales no era posible pensar hasta entonces".
Remontando el río Magdalena atravesaron la cordillera Real para llegar a Quito, en Ecuador. Durante su periplo subieron al volcán Pichincha e intentaron escalar el Chimborazo, que con sus 6310 metros de altitud se consideraba entonces la montaña mas alta del mundo. Se quedaron en 5610 metros, la máxima altitud conseguida hasta entonces. Humboldt observó la graduación de la temperatura y la estratificación de la vegetación a lo largo de la ladera, lo que sentaría las bases de la biogeografía moderna.
En Perú, Humboldt estudió la aplicación de los excrementos de las aves, el guano, como fertilizante, y durante el trayecto con el barco hasta México midió la temperatura del agua de la corriente fría que fluía a lo largo de la costa peruana y que ahora lleva su nombre. Humboldt y Bonpland recorrieron México en 1803 para pasar de nuevo después por Cuba y llegar a Estados Unidos, donde se alojaron en la Casa Blanca como invitados de honor del presidente Jefferson, gran amante de las ciencias naturales.
Tras cinco años y mas de diez mil kilómetros, el gran viaje de exploración de Humboldt y Bonpland acabó en 1804 con su regreso a París, donde tuvieron una recepción entusiasta. Habían explorado y documentado la fauna, flora, geografía y etnografía latinoamericanas en la expedición científica mas ambiciosa realizada hasta entonces.



En la cima del Pichincha

En mayo de 1802, Humboldt ascendió dos veces al volcán Pichincha, que domina la ciudad de Quito, en Ecuador. Allí, explica, "encontré en la cima una piedra que, sostenida por un solo lado, avanzaba a manera de balcón sobre el precipicio" y se movía a causa de los temblores de tierra ("contamos 18 en menos de 30 minutos"). Se echó sobre la roca y contempló un panorama "aterrador": el cráter "es de un negro intenso, pero el hueco es tan inmenso que se distinguen las cimas de muchas montañas nevadas ubicadas ahí dentro".



El trabajo de una vida

Entre 1804 y 1827, Humboldt vivió en París recopilando el material recogido en su expedición, publicado en treinta y tres volúmenes que llevan por título Viaje A Las Regiones Equinocciales Del Nuevo Continente. Bonpland volvió a América, donde contrajo matrimonio, pero Humboldt, absorbido por su trabajo, nuca se casó. Algunas fuentes afirman que era homosexual, algo que parecía confirmar su estrecha amistad con Carlos de Montúfar, héroe de la independencia de Ecuador que les acompañó en su viaje desde Quito hasta París.
En 1827, Humboldt se trasladó a Berlín para trabajar para el rey de Prusia, e inició la redacción de su obra mas ambiciosa, Cosmos, un compendio de todas las ciencias naturales conocidas hasta entonces. Varias misiones a Francia y el trabajo en la corte de Federico Guillermo IV de Prusia le impidieron terminar la obra. Cuando murió en 1859, a los ochenta y nueve años, sólo se habían publicado cinco de los libros que tenían que formar la extensa colección Cosmos. Su obra mas esperada quedó, así, inconclusa. A partir de su muerte, ya nadie pretendió abarcar todos los campos del saber; la ciencia se especializó. Y tal vez por ello también, Humboldt fue, probablemente, el último científico universal.


Fuente: Revista National Geographic Historia de Diciembre 2014.

viernes, 13 de diciembre de 2013

La Guerra Del Cerdo

Las islas de San Juan están en la costa noroccidental de EE.UU. y en 1859 estaban en disputa entre EE.UU. y Gran Bretaña. Ambos países tenían colones en aquel territorio. Ustedes ya saben que cualquier excusa es buena para hacer una guerra cuando así se desea, pero no creo que un norteamericano, llamado Lyman Cutlar, pensara en una guerra cuando disparó contra un cerdo porque estaba atravesando su plantación de patatas. Lamentablemente el cerdo era británico. ¡Miles de chistes se podrían hacer en este punto!, pero me contendré.
Las autoridades británicas amenazaron al “cazador de gorrinos” con su arresto si no reponía el daño causado al propietario del cerdo. Los colonos americanos pidieron ayuda a su ejército, y este acudió a la llamada. ¿No sería más barato pagarle un puerco al inglés? No, mejor que intervenga el ejército. El gobernador británico, en respuesta, mandó un barco de guerra a la zona. Y así la cosa se fue complicando y complicando hasta llegar a los 400 soldados estadounidenses en la isla, que tenían enfrente a una pequeña flota británica con miles de soldados dispuestos para el combate. Recuerden. ¡Por un cerdo!


Finalmente un soplo de sentido común llegó a las islas de San Juan y los oficiales británicos no ejecutaron la orden de desembarcar a los soldados, lo que evitó el conflicto. ¡Alguien había ordenado el desembarco!¡Por un cerdo! El gobierno de EE.UU. también se dio cuenta de que armar todo aquello por un gorrino no era algo sensato y todo se calmó. La guerra del Cerdo, si me permiten la denominación, fue abortada antes de explotar y con una única baja: el propio cerdo.
Por cierto, unos años después de estos hechos, EE.UU. y Gran Bretaña confiaron en el criterio del Káiser Guillermo I de Alemania para decidir sobre las islas de San Juan. Este determinó que debían pertenecer a los norteamericanos y así fue. Actualmente, el archipiélago al que pertenecen las islas de San Juan se divide en dos grupos. Estas, junto con otras islas, forman parte del estado de Washington y otro grupo, las islas del Golfo, pertenecen a Canadá. No me negarán que es más lógico esto que llevarlo todo al campo de batalla usando como excusa a un triste animalito, que además pagó con su vida.

Algunas estadísticas:



Fuente: Curistoria.

martes, 3 de diciembre de 2013

Historia de Galatea

Durante mucho tiempo Pigmalión, Rey de Chipre, había buscado una esposa cuya belleza correspondiera con su idea de la mujer perfecta. Al fin decidió que no se casaría y dedicaría todo su tiempo y el amor que sentía dentro de sí a la creación de las más hermosas estatuas.
Al rey no le gustaban las mujeres, y vivió en soledad durante mucho tiempo. Cansado de la situación en la que estaba, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos. Así, realizó la estatua de una joven, a la que llamó Galatea, tan perfecta y tan hermosa que se enamoró de ella perdidamente. Soñó que la estatua cobraba vida. El rey se sentía atraído por su propia obra, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil.


En una de las grandes celebraciones en honor a la diosa Venus que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su amada estatua. La diosa, que estaba dispuesta a atenderlo, elevó la llama del altar del escultor tres veces más alto que la de otros altares. Pigmalión no entendió la señal y se fue a su casa muy decepcionado. Al volver a casa, contempló la estatua durante horas. Después de mucho tiempo, el artista se levantó, y besó a la estatua. Pigmalión ya no sintió los helados labios de marfil, sino que sintió una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, y la estatua cobró vida, enamorándose perdidamente de su creador. Venus terminó de complacer al rey concediéndole a su amada el don de la fertilidad.
Ovidio dice así sobre el mito en el libro X de Las metamorfosis: «Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez, y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.»


Cuando despertó en lugar de la estatua se hallaba Afrodita, que le dijo “Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. De esa forma Galatea se transformó en una mujer real.
Pigmalión se casó con Galatea y tuvieron una hija llamada Pafo, que más tarde sería a su vez la madre de Cíniras.
Una versión de la historia cuenta que tiempo después Pigmalión ofendió a Afrodita y ésta, como castigo, durante una noche, mientras Pigmalión y Galatea hacían  el amor… volvió a convertir en piedra a Galatea aprisionando a Pigmalión con su sexo y con sus brazos. Los gritos de este, no se sabe si de dolor o de pena, se escucharon en toda la isla.

Fuente: Tejiendo el mundo.

sábado, 30 de noviembre de 2013

La navaja de Ockham

La navaja de Ockham es un principio filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.
Por ejemplo, si un árbol achicharrado está caído en tierra, podría ser debido a la caída de un rayo o debido a un programa secreto de armas del gobierno. En el caso del árbol, la explicación más simple sería la caída del rayo.


En ciencia, la navaja de Ockham se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos, más que como un árbitro entre los modelos publicados. En el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable de la lógica, y ciertamente no es un resultado científico. "La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera", según el principio de Ockham. En ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta.Su sentido es que a igualdad de condiciones, sean preferidas las teorías más simples. Otras cuestiones diferentes serán las evidencias que apoyen la teoría. Así pues, de acuerdo con este principio, una teoría más simple pero menos correcta no debería ser preferida a una teoría más compleja pero más correcta.
La teoría de la navaja de Ockham se aplica a casos prácticos y específicos, englobándose dentro de los principios fundamentales de la filosofía de la escuela nominalista que opera sobre conceptos individualizados y casos empíricos.

Fuente: Sólo Ciencia.

sábado, 2 de marzo de 2013

Bill Gaede

Bill Gaede (Noviembre 19, 1952) es un espía argentino de la Guerra Fría que trabajό para las compañías americanas Advanced Micro Devices (AMD) e Intel Corporation (Intel). Durante su paso por AMD, entregό informaciόn técnica de la industria semiconductora al Gobierno de Cuba, que este a su vez pasό al Bloque Soviético. En 1992, Gaede se entregό a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), quien lo derivό a la Officina Federal de Investigaciόn (FBI). El FBI empezό a usar a Gaede en una operaciόn de contra-espionaje con el fin de penetrar a la inteligencia cubana usando sus contactos en la isla. Durante esta fase, Gaede entrό a trabajar en la planta de Intel ubicada en Chandler, Arizona. Los servicios de seguridad de Intel descubrieron la naturaleza de las actividades de Gaede en AMD y lo echaron de su trabajo, pero para ese entonces Gaede ya había filmado el proceso del Pentium por medio de una terminal instalada en su casa. Gaede huyό con esta tecnología a Sud América donde supuestamente vendíό la informaciόn a representantes de las embajadas de China e Irán. A su regreso a los Estados Unidos, Gaede fue arrestado, procesado, y condendo a prisiόn. Fue sentenciado a un termino de 33 meses en prisiόn, al cabo del cual fue deportado. El Noveno Circuito de Apelaciones y la Corte Suprema de Estados Unidos denegaron su apelaciόn.



Infancia y juventud

Gaede nacíό en Lanús, Provincia de Buenos Aires, Argentina, el tercero de cuatro hijos de Günther y Viera Gaede. Los Gaede emigraron a Rockford, Illinois, en 1959, pero retornaron en 1965 desilusionados de sus experiencias en los Estados Unidos. Aunque proveniente de un hogar peronista, Gaede se afiliό al Partido Comunista de la Argentina a la edad de 21 años, cuando servía de subdelegado de FOETRA, el sindicato de ENTel, la compañía estatal de teléfonos. Al ser rechazada su aplicaciόn para obtener una visa de residente en Cuba, entrό a los Estados Unidos con visa de turista en 1977. Apenas llegado, Gaede trabajό usando el alias Ricardo Monares en la compañía Caron International de Rochelle, Illinois.

Empleo en AMD y conexión con Cuba

 Gaede se trasladό a California y empezό a trabajar para AMD en Sunnyvale en septiembre de 1979. Hacia principios de 1982, ya había logrado subir el escalafόn y obtener el puesto de ingeniero. Fiel a sus principios socialistas, Gaede empezό a recolectar informaciόn técnica de AMD y sus proveedores, que ofreciό a los cubanos en uno de sus viajes a Buenos Aires.
En 1986, Gaede fue transferido a la planta de AMD en Austin, Texas. Esta movida le permitíό a Gaede trasladar material en el baul de su coche y entregar la tecnología a agentes cubanos al otro lado de la frontera mexicana. Tan exitoso fue Gaede en estas operaciones clandestinas que Fidel Castro lo invitό a La Habana hacia fines de 1988 con el fin de conocerlo personalmente. Gaede eventualmente viajό en 1990, pero para ese entonces se había desilusionado del comunismo. El Bloque Soviético entero se había disintegrado durante 1989.

Involucramiento con la CIA y el FBI

A solicitud de unos agentes cubanos, Gaede se entregό a la CIA el 13 de julio de 1992. El FBI interrogό a Gaede sobre sus actividades en septiembre de 1992 y comenzό a usarlo en una operaciόn de contra-inteligencia en perjuicio de Cuba. El FBI admitiό haber reembolsado $607.16 a Gaede por “expensas incurridas en conexiόn con un asunto de contrainteligencia." Aparentemente, el plan consistiό en aprovechar los contactos de inteligencia que Gaede tenía en la isla.

Gaede e Intel

Mientras Gaede estaba bajo supervisiόn del FBI, obtuvo empleo como programador en la planta de circuitos integrados de Intel en Chandler, Arizona. El FBI alega que alertό a Intel sobre la presencia y el pasado de Gaede. Intel niega rotundamente esta versiόn, argumentando que si la compañía hubiera conocido el pasado de Gaede, “No cabe la menor duda de que no lo hubieramos empleado.”
Intel dejό cesante a Gaede en junio de 1994, pero para ese tiempo Gaede había logrado filmar por completo la base de datos del proceso del Pentium desde su casa, irόnicamente, usando una terminal instalada por Intel. Colocό una cámara y filmό las especificaciones mientras pasaban por la pantalla. Poco después, huyό a Sur América y empezό a vender la tecnología a través de las embajadas de China e Irán. Supuestamente, entrenό y aconsejo a ingenieros chinos e iraníes en los procesos manufactureros norteamericanos. Gaede fue arrestado por las autoridades argentinas mientras intentaba enterrar unos videos y documentos, y luego fue interrogado por la Secretaría de Inteligencia (SIDE) y la CIA en Buenos Aires.
El jefe de Seguridad de Intel, Steve Lund, concertό una cita con Gaede en el Hotel Sheraton de Buenos Aires el 14 de mayo de 1995. Durante ese encuentro, Gaede le confesό a Lund haber robado documentos y equipos de AMD y de habérselos entregado a los cubanos. También admitiό haber copiado el proceso Pentium de Intel y de haberlo entregado a ciertos países. Según Intel, Gaede enviό además un video con la tecnología del Pentium a su rival AMD. Como resultado de estos hechos, Intel presentό una queja civil contra Gaede en la Argentina y una denuncia criminal en el Distrito Federal de San José, California. Gaede niega haber enviado cassettes a AMD y acusa a la CIA de haberlo arreglado todo.

 Retorno a los Estados Unidos, arresto, convicción y deportación

Gaede retornό a los Estados Unidos en junio de 1995 y fue arrestado por el FBI el 23 de septiembre. Se representό a sí mismo en la corte federal y se declarό culpable después de llegar a un arreglo con los fiscales. El acuerdo incluye una cláusula recomendando en contra de su deportaciόn a pesar de que era bien sabido de que Gaede estaba ilegalmente en el país. El Servicio de Inmigraciόn y Naturalizaciόn (INS) procediό a deportarlo sin atenerse a esta recomendaciόn. Inicialmente, Gaede prevaleciό en su caso de deportaciόn, pero el gobierno apelό la decisiόn del juez. La Corte de Apelaciones de Inmigraciόn retornό el caso a la Corte de Inmigraciόn, y Gaede fue deportado.

La Ley de Espionaje Industrial de 1996

Durante el juicio a Gaede, AMD, el FBI, y la Fiscalía Federal de los Estados Unidos, todas ellas afectadas por estos sucesos, se quejaron de que no había leyes adecuadas para procesar casos como el suyo. Apenas unos meses después del caso de Gaede, el Congreso de los Estados Unidos paso la Ley de Espionaje Industrial de 1996, legislaciόn que sería de ahí en más usada para procesar casos como el de Gaede.

Cargos contra Gaede

1. Ley Nacional de Propiedad Robada – Cόdigo Federal USA, Título 18, Secciόn 2314
2. Fraude Postal – Cόdigo Federal, Título 18 Secciόn 1341

Acusaciones contra José Cohen Valdés y el Gobierno Cubano

Gaede creό un poco de controversia en la comunidad del exilio cubano en julio del 2009 cuando acusό públicamente al hombre de negocios y ex agente de la Dirección de Inteligancia (Cuba) (DI), el Capitán José (Pepe) Cohen Valdés, de operar bajo la direcciόn del gobierno cubano durante el tiempo en que todavía estaba en la isla. Gaede alega que las agencias de inteligencia americanas jamás reclutaron a Cohen porque concluyeron de que no era creíble. Gaede además acusa a Cohen de desinformar deliberadamente a las agencias de inteligencia americanas pasándoles informaciόn falsa a través suyo y de traicionar tanto a Gaede como al compañero de ellos, el agente Rolando Sarraf Trujillo, sentenciado a 25 años de prisiόn en Cuba por espionaje después de la deserciόn de Cohen. Gaede acusa al Gobierno Cubano de planificar y efectuar una operaciόn de contra-espionaje contra los Estados Unidos que girό en torno de Cohen y su comandante, el Mayor Onelio Beovides. Cohen niega las acusaciones.

Ahora, por último les dejo algunos video de Gaede. El primero es el de un trailer de una película que finalmente nunca se filmó. Los 4 siguientes fueron hechos por el mismo Gaede para desmentir a José Cohen.

El Crazy Che - Trailer:

El Traidor Cubano - Episodio 1:


El Traidor Cubano - Episodio 2:


El Traidor Cubano - Episodio 3:


El Traidor Cubano - Episodio 4:


Fuente: Wikipedia, YouTube

miércoles, 27 de febrero de 2013

El mal de los reyes



En esta enfermedad, realmente llamada "Hemofilia", el gen tiene carácter recesivo en la mujer, y ella no sufre ningún daño. Los descendientes varones, en cambio, son «hemorrágicos». Esta enfermedad se propaga sólo si un hombre que la padece se casa con una mujer que sea portadora del gen recesivo. Si el vástago de esa unión es varón, será un niño hemofilico; si es mujer, será portadora del gen. Debemos insistir en que el gen de la hemofilia puede existir en forma recesiva en un hombre como parte de su constitución genética. Pero, si se casa con una mujer que porte el mismo gen proscrito, se puede producir un caso de hemofilia si el vástago es hombre. En las familias reales, donde los matrimonios entre parientes eran comunes, existían muchas posibilidades de que el gen se propagara una vez que entraba en el árbol genealógico; de ahí el nombre «Mal de los reyes». La hemofilia se dio también, en proporción significativa, en los Apalaches, durante la primera parte del siglo XX, y se la advierte con frecuencia en aquellas culturas en las que el incesto y el matrimonio entre primos son corrientes.
Nota: El 17 de abril está considerado el día mundial de la Hemofilia.

Fuente: Carrie, de Stephen King.

sábado, 18 de febrero de 2012

Los 7 problemas del milenio

1. P versus NP
 
El primer problema trata sobre si para todos los problemas que un ordenador puede verificar (NP) rápidamente, también puede encontrar la solución (P) rápidamente. Cuando decimos rápidamente, en este caso estamos hablando de tiempo polinómico (asumible dentro de una función polinómica). A pesar de lo abstracto del planteamiento, si se consiguiera demostrar que P fuera = NP, esto querría decir que los ordenadores tendrían los recursos suficientes - la capacidad- de resolver cualquier problema que se planteara. El problema matemático no se refiere a construir el ordenador que fuera capaz de hacerlo, si no a demostrar si dicho ordenador sería posible. Irónicamente, si se demostrara que P=NP, significaría por supuesto que el resto de problemas del milenio podrían resolverse.

2. La conjetura de Hodge

Al bueno de Hodge se le ocurrió preguntarse si era cierto que para variedades algebraicas proyectivas (grupos de soluciones espaciales), los ciclos son combinaciones lineales racionales de ciclos algebraicos. Demostrar que esto es cierto facilitaría enormemente los cálculos en topología algebraica, pero no tendría un fin práctico en si mismo. 

3. Teorema de Poincaré



Henri Poincaré dejó abierta la pregunta de si cualquier porción de una esfera podría convertirse a su vez en una esfera. De nuevo, se trata de un problema de topología, aunque este es el único de los 7 problemas que ha sido resuelto hasta la fecha. El matemático que lo ha demostrado es el ruso Grigori Perelman,  que renunció tanto al premio en efectivo como a la Medalla Fields.

4. La hipótesis de Riemann

Esta hipótesis está considerada el problema más importante de matemática pura. Supone que en la función de una variable compleja de la suma de series infinitas (la función Z), la distribución de sus ceros tomarían el valor 1/2. La demostración de esta hipótesis serviría para conocer la distribución de los números primos, el crecimiento de funciones aritméticas y muchas otras aplicaciones en matemáticas, probabilidad y física.

5. Existencia de Yang-Mills y del intervalo de masa

El Modelo Estándar de la física de partículas se apoya en la teoría del campo cuántico, sin embargo, aún debe demostrarse que esta teoría satisface al mismo tiempo la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad especial, es decir, que obedezca las leyes de la física que conocemos. Yang-Mills es el nombre que se le da a esta teoría y lo del intervalo (gap) de masa se debe a que se debe demostrar que los gluones tienen masa distinta de cero (ya que se consideraba que tenían carga de color pero no masa).

6. Las ecuaciones de Navier-Stokes

Estas ecuaciones ser refieren a los movimientos de un fluido. Aunque se conoce bastante sobre las propiedades físicas de los fluidos, no existe una solución general a estas ecuaciones, que nos permitirían conocer el funcionamiento de las mareas, la atmósfera, etcétera.

7. La conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer

La conjetura se plantea si las ecuaciones que definen curvas elípticas tienen un número finito o infinito de soluciones racionales. Si pudiera encontrarse una solución general a estas ecuaciones, se ahorrarían millones de horas en cálculos computacionales. Aunque parezca mentira, la resolución de estos problemas tendría un efecto multiplicador en todas las ramas de la ciencia que utilizan las matemáticas como herramienta, llegando a su vez a nuevas soluciones, o facilitando enormemente la resolución de problemas de cálculo. Veríamos importantes avances en campo tan dispares como la astrofísica (confirmando o desechando teorías sobre el orígen y estructura del universo) o la bioquímica (cálculo de nuevas combinaciones de proteínas de manera asumible, que podrían ayudar a encontrar una cura para el cáncer).

martes, 14 de febrero de 2012

Números taxicab



Desde el encuentro en la clínica entre Ramanujan y Hardy, a los números que tienen la propiedad de ser los mas pequeños que se pueden expresar como suma de n cubos de dos maneras diferentes se les llama taxicab y se definen así: «El número taxicab n-ésimo es el numero natural mas pequeño que se puede expresar de n formas distintas como la suma de dos cubos positivos.» Actualmente los números taxicab conocidos son:

\operatorname{Ta}(1) = 2 = 1^3 + 1^3
\begin{matrix}\operatorname{Ta}(2)&=&1729&=&1^3 + 12^3 \\&&&=&9^3 + 10^3\end{matrix}
\begin{matrix}\operatorname{Ta}(3)&=&87539319&=&167^3 + 436^3 \\&&&=&228^3 + 423^3 \\&&&=&255^3 + 414^3\end{matrix}
\begin{matrix}\operatorname{Ta}(4)&=&6963472309248&=&2421^3 + 19083^3 \\&&&=&5436^3 + 18948^3 \\&&&=&10200^3 + 18072^3 \\&&&=&13322^3 + 16630^3\end{matrix}
\begin{matrix}\operatorname{Ta}(5)&=&48988659276962496&=&38787^3 + 365757^3 \\&&&=&107839^3 + 362753^3 \\&&&=&205292^3 + 342952^3 \\&&&=&221424^3 + 336588^3 \\&&&=&231518^3 + 331954^3\end{matrix}
\begin{matrix}\operatorname{Ta}(6)&=&24153319581254312065344&=&582162^3 + 28906206^3 \\&&&=&3064173^3 + 28894803^3 \\&&&=&8519281^3 + 28657487^3 \\&&&=&16218068^3 + 27093208^3 \\&&&=&17492496^3 + 26590452^3 \\&&&=&18289922^3 + 26224366^3\end{matrix} 
 
Fuente: Los números primos, un largo camino al infinito. Enrique Gracián. 

domingo, 12 de febrero de 2012

El hotel de Hilbert



Los conjuntos infinitos tienen siempre un costado atractivo: atentan contra la intuición. Supongamos que hubiera un número infinito de personas en el mundo. Y supongamos también que hay un hotel, en una ciudad, que contiene infinitas habitaciones. Estas habitaciones están numeradas, y a cada una le corresponde un número natural. Así entonces, la primera lleva el número 1, la segunda el 2, la tercera el 3, etcétera. Es decir: en la puerta de cada habitación hay una placa con un número, que sirve de identificación.

Ahora, supongamos que todas las habitaciones están ocupadas y sólo por una persona. En un momento determinado, llega al hotel un señor con cara de muy cansado. Es tarde en la noche y todo lo que este hombre espera es terminar rápido con el papelerío para irse a descansar. Cuando el empleado de la recepción le dice: “lamentablemente no tenemos ninguna habitación disponible ya que todas las habitaciones están ocupadas”, el recién llegado no lo puede creer. Y le pregunta:
—Pero cómo... ¿No tienen ustedes infinitas habitaciones?
—Sí —responde el empleado del hotel.
—Entonces, ¿cómo me dice que no le quedan habitaciones
disponibles?
—Y sí, señor. Están todas ocupadas.
—Vea. Lo que me está contestando no tiene sentido. Si usted no tiene la solución al problema, lo ayudo yo.
Y aquí conviene que ustedes piensen la respuesta. ¿Puede ser correcta la respuesta del conserje “no hay más lugar”, si el hotel tiene infinitas habitaciones? ¿Se les ocurre alguna solución?
Aquí va:
—Vea —continuó el pasajero—. Llame al señor de la habitación que tiene el número 1 y dígale que pase a la que tiene el 2.
A la persona que está en la habitación 2, que vaya a la del 3. A la del 3, que pase a la del 4. Y así siguiendo. De esta forma, toda persona seguirá teniendo una habitación, que “no compartirá” con nadie (tal como era antes), pero con la diferencia de que ahora quedará una habitación libre: la número 1. El conserje lo miró incrédulo, pero comprendió lo que le decía el pasajero. Y el problema se solucionó.
Ahora bien, algunos problemas más:
a) Si en lugar de llegar un pasajero, llegan dos, ¿qué sucede? ¿Tiene solución el problema?
b) ¿Y si en lugar de dos, llegan cien?
c) ¿Cómo se puede resolver el problema si llegan n pasajeros inesperadamente durante la noche (donde n es un número cualquiera). ¿Siempre tiene solución el problema independientemente del número de personas que aparezcan buscando una pieza para dormir?
d) ¿Y si llegaran infinitas personas? ¿Qué pasaría en ese
caso?

Fuente: Matemática... ¿Estás ahí?, Adrián Paenza.